El día que se terminó mi vida

Llega un momento en la vida de toda persona en la que los cambios que se producen son tan fuertes, que no se puede seguir haciendo nada de lo que se hace.
Eso viene pasando en todas las etapas...Llega un momento en el que ya no eres un niño, por lo tanto no se pueden hacer cosas de niños, como jugar a las muñecas; llega un momento en que ya no eres un adolescente y portanto, no puedes hacer scosas de adolescente; llega un momento en que se termina tu vida de estudiante, y ya tienes que convertirte en adulto, porque la vida de estudiante y ano te pega; llega un momento en que las personas de tu alrededor cambian, dejan de ser lo que eran, y ya no puedes hacer lo mismo con ellas.
La gente cambia, las situaciones también, y cada vez nos hacemos más mayores, algo de lo que se debe tener conciencia,por lo que recuperar las cosas del pasado, puede no ser siempre lo adecuado.
Cada vez me siento más mayor en los sitios de marcha, cada vez, me siento con menos ganas de empezar mi vida de adulta, cada vez tengo menos ganas de cambiar lo que tengo ahora por cosas nuevas, cada vez tengo menos ganas de hacerme mayor, cada vez tengo menos ganas de mantener conversaciones que sé que van a cambiar mi vida, cada vez me siento con menos ganas de solucionar las cosas, cada vez me siento con menos ganas de dar el primer paso, cada vez me siento con menos ganas de aceptar lo que me dicen sin discutir, cada vez me siento con menos ganas de perdonar.,...y cada vez entiendo menos a la gente....

Estos son dos cuadros que me traje de Praga, del Mucha Museum, y ahora decoran mi habitación

Canción para hoy: Te Necesito de Amaral