History of a heart...
Érase una vez un corazón como otro cualquiera, un corazón pequeñito, joven, a punto de estrenarse en tareas difíciles, tareas de mayores, como diría él,y eso le produjo lesiones de por vida...
Un buen día este corazoncito, conoció a un corazón chico, que le hizo sentir cosas que nunca había sentido, y que le gustaban, pero decidió que no era lo suficiente para él, y se fue en busca de más corazones. Al pobre corazoncito se le abrió una herida que le dolía mucho, pero supo reponerse, justo a tiempo de conocer a otro corazón chico más grande, más maduro, y descubrió que lo que le había hecho sentir el anterior no había sido nada, sólo un amago de lo que realmente puede llegar a sentir. Este corazón nuevo le duró mucho más tiempo, pero de nuevo, decidió que el corazoncito no era lo que buscaba, y lo dejó abandonado en una torre de 10 pisos, de donde se cayó y se rompió en muchos pedacitos.
Su dueña, lo recogió y lo pegó como puedo, pero había piezas que no encajaban, y quiso encontrar a alguien que supiera encajar de nuevo el puzzle. Encontró a otro corazón que se ofreció a ello, pero por más que lo intentaba, las piezas reventaban de vez en cuando por algún sitio, y eso no era lo que quería la dueña. Decidió dejarlo en el camino, porque no quería que su corazón volviese a romperse en mil pedazos, así que era mejor que el corazoncito quedase en reposo y se recuperase de las heridas, pero era imposible porque no tenía pegamento y volvió a romperse ne los mil pedazos de antes.
Apareció entonces un corazón neurocirujano, que en nada ya tenía al corazoncito completamente recuperado, sin cicatrices ni nada...así durante mucho tiempo, hasta que un buen día ese corazón le dijo que había otro corazón más importante para él...y decidió marcharse definitivamente, rompiendo otra vez el corazoncito...pero esta vez en 1 millón de pedazos, casi imposibles de encajar, que su dueña recogió como pudo, en un saco, pero no está segura de que los haya recogido todos.
Cuenta la leyenda, que al poco tiempo apareció un apuesto corazón otra vez e intentó armar de nuevo el puzzle, y cuando iba por el buen camino, se dió cuenta de que esa no era tarea para él, y dejó el corazón con un lado armado, pero el resto en el saco. El corazón sigue a la espera de que aprezcan apuestos corazones que lo armen a trocitos o en espera de otro corazón neurocirujano que se atreva a suturar el millón de pedacitos que han quedado.

¿Os ha gustado la historia? Pues va dedicada a a una chica a la que quiero un montón y que está pasando por uno de los momentos más tristes de su vida, precisamente porque alguíen le ha roto el corazon, y porque me ha dado la idea para escribir esta historia, pues ella se lo relató así a mi ahijada.

Canción para hoy: Con los años que me quedan de Gloria Estefan